Siguiendo los flujos comerciales
Hace 30 años, nadie se habría atrevido a soñar que Marruecos pudiera convertirse en una bisagra logística. Y, sin embargo, la empresa logística francesa Graveleau, que en 1999 pasó a formar parte de DACHSER, se atrevió a dar el salto al norte de África. Por entonces, la agricultura, la minería, el turismo y las industrias manufactureras de textiles y de la alimentación constituían los pilares de la economía marroquí. Pronto habría una sucursal con diez empleados que velaban por que los productores franceses recibieran la mercancía con puntualidad.
Con el tiempo, dada la creciente competencia, la economía marroquí fue disminuyendo. Pero una vez firmado en 1996 el Acuerdo de Asociación con la UE, y desde que éste entrara en vigor en el año 2000, cada vez es más patente la transformación de Marruecos de un páis agrícola a una sociedad post-milenaria, fundamentada por una economía orientada en el servicio y la industria.